La estrecha conexión emocional entre los perros y sus dueños va más allá de la intuición y encuentra respaldo en estudios recientes.
Estos revelan la asombrosa capacidad de los perros para captar cambios tanto químicos como fisiológicos en las personas, haciendo que los estados de ánimo sean prácticamente «contagiosos».
Muchos dueños experimentan esa sensación de que sus mascotas son hábiles lectores de emociones, y ahora la ciencia respalda esta percepción.
La investigación muestra que los perros no solo pueden distinguir entre emociones como el miedo, la alegría o el enfado en sus dueños, sino que también pueden absorber y reflejar esos sentimientos.
Estos hallazgos apuntan a una conexión emocional profunda que va más allá de la simple interpretación de señales visuales o sonoras.
Los perros parecen ser receptivos a los cambios químicos en el olor corporal y otros indicadores fisiológicos que acompañan a diversas emociones humanas; qué los hace únicos como intérpretes de nuestras emociones.
Revisado por: José Luis Vaquero
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