Las emociones y la salud física están interrelacionadas de manera significativa. Las emociones no aparecen de manera aleatoria; están vinculadas con nuestra manera de percibir y procesar los eventos que vivimos. Estas respuestas emocionales pueden manifestarse a través de síntomas corporales.
Por ejemplo, nuestras dolencias físicas pueden impactar nuestro bienestar emocional, generando sentimientos de ansiedad, temor o preocupación.
De igual modo, los problemas emocionales pueden tener una expresión tangible en nuestro cuerpo, afectando cómo lo sentimos y experimentamos. Así, la interacción entre nuestra salud mental y física es un fenómeno bidireccional, donde cada aspecto influye en el otro.
Creado por: Jose Luis Vaquero
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