La brújula del corazón
El amor no se define con palabras, se siente. No se esconde, se expresa. Es una fuerza que nos impulsa a buscar el equilibrio, a encontrar nuestro centro de gravedad. Ese centro, esa persona que nos complementa, que nos llena y nos hace sentir completos.
El amor es lo que esperábamos, el anhelo que se convierte en realidad. Es la ilusión que se transforma en un presente tangible, en un abrazo cálido que nos reconforta. Es la conexión profunda que se establece entre dos almas que se reconocen, que se comprenden y se necesitan.
El amor no tiene límites, no conoce de tiempo ni de espacio. Es una llama eterna que se alimenta de la complicidad, del respeto, de la admiración y de la entrega mutua. Es un sentimiento que nos transforma, que nos hace mejores personas, que nos impulsa a crecer y a evolucionar juntos.
Tener amor es un regalo, un tesoro que debemos cuidar y proteger. Es la brújula que nos guía en el camino de la vida, la luz que ilumina nuestros días y nos da la fuerza para superar cualquier obstáculo.
No puedo decir que te ame porque te quiero, eres mi centro de gravedad, eres lo que esperé y ahora tengo.
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