Salí un día a buscar la felicidad y regresé con un gato…. La felicidad a veces llega a nosotros de la forma más inesperada.
Nos empeñamos en buscarla de mil maneras distintas y la realidad es que la felicidad no es un objeto, ni siquiera un lugar, es más bien un estado emocional.
La vida me sorprendió y la encontré en mi lindo peludito que no lo cambio por nada.
Revisado por: José Luis Vaquero.
Más allá de la ventana, mirando através del cristal.
Más allá de la ventana, Mirar a través del cristal puede parecerte una pérdida de tiempo, una estupidez o una...
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